
Crea un propósito específico. Con cada entrenamiento se busca algo en especial, como bajar de peso, tonificar el cuerpo, desarrollar masa muscular, quemar calorías. Esto es importante para definir el tipo de ejercicios que realizarás.
Calentamiento básico. Mueve tu cuerpo antes de iniciar tu rutina de ejercicio. Existen movimientos exclusivos para calentar cada músculo y evitar lesiones. Estos ejercicios ayudan a que el cuerpo y mente se preparen para el entrenamiento.
Agrega algo divertido. Los entrenamientos efectivos deben ser agradables para que no pierdas el interés. Al hacerlo crearás un hábito y tendrás mayores posibilidades de terminarlo con éxito. Encuentra un instructor con buen sentido del humor o participa en actividades divertidas.
Desafía a tu cuerpo. Haz un programa que te ayude a trabajar tu cuerpo de manera uniforme. No te enfoques en un solo punto, ya que podría generar problemas futuros como dolores de espalda o una mala postura.
Encuentra el equilibrio. Los mejores programas incluyen ejercicios de estabilidad, que tienen como objetivo incrementar la capacidad corporal para la realización de actividades cotidianas, maximizar el entrenamiento y evitar lesiones.